El pasado 5 de Mayo hizo un año que comenzé mi andadura por esto de escribir comentarios sobre películas que voy viendo. Las primera nota que escribí se tituló Mi peli de la semana. La dejé publicada en mi página de Facebook y versaba sobre mis impresiones acerca de Déjame entrar, una Película de Tomas Alfredson.
Hoy, poco más de un año después, y considerando que éste es el lugar natural que debe ocupar aquella mi primera publicación, la transcribo a continuación tal y como fue redactada en su momento. Mis disculpas por el retraso.
Déjame Entrar-Mi Peli de la Semana.
Déjame entrar no es una película de vampiros; o, al menos, no es una película de vampiros al uso. Cierto que se pliega a ciertos convencionalismos del género (la necesidad de que el vampiro reciba una invitación para poder atravesar el umbral de una casa, la fuerza sobrehumana y fallecer envuelto en llamas por la exposición al sol) pero pronto descubrimos que tras esto se esconde otra película.
El trasfondo de la historia reside en la relacion de amor/amistad entre dos seres tan necesitados de esa relación como solitarios.
Por un lado la niña (si es que realmente se trata de una niña, dada la ambiguedad sexual que destila este personaje) condenada a una vida en soledad por su condición vampírica, viajando de ciudad en ciudad con la única compañia de aquél que está encargado de velar por su seguridad y proporcionarle sangre para su sustento. Por otro lado, Oskar, el niño marginado, procedente de un hogar roto, victima del acoso escolar de sus compañeros.
A lo largo del film veremos que ámbos son mas parecidos de lo que podría intuirse en un principio; uno debe matar para sobrevivir, mientras el otro sueña con hacerlo para librarse del acoso al que se ve constantemente sometido.Cada uno de ellos solo puede encontrar la paz en compañia del otro.
La película está rodada con sobriedad a un ritmo pausado, que no lento, y se ve envuelta por la inquietante (a la vez que melancólica) atmósfera que ofrece la casi eterna noche sueca durante la totalidad de las dos horas de su metraje.
Se trata, a mi entender, de una muy buena película, sobriamente rodada y que dá una nueva perspectiva al cine de terror en general y al subgenero de vampiros en particular.
Estamos, pues, ante un largometraje inquietante, sensible (que no sensiblero) y emotivo del que deberán huir todos aquellos que solo buscan en el cine sobre vampiros impresiones fuertes e imágenes truculentas.
Para ver el trailer pinchad aquí.
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