miércoles, 29 de diciembre de 2010

martes, 28 de diciembre de 2010

Lo mejor y lo peor del año...

...siempre según mi criterio, claro.
Como decía hace unas semanas, ya nos encontramos en la recta final de este año y es el momento de los balences y listas recopilatorias. Hoy incluyo aquí las que han sido, para mí, las díez mejores y las díez peores películas (de las que he tenido ocasión de ver) estrenadas este año.

Los Díez mejores estrenos del año (que yo haya visto).

Por orden de preferencia:

  1. Toy Story 3.                                             
  2. Copie Conforme.
  3. Ciudad de Vida y Muerte.
  4. La Cinta Blanca.
  5. Un Profeta.
  6. El Escritor.
  7. Villa Amalia.
  8. Cyrus.
  9. Ajami.
  10. Air Doll.
Los díez peores estrenos del año (que yo haya visto).

En este caso por orden de desagrado (la primera la peor de todas).

  1. Furia de Titanes.
  2. El Retrato de Dorian Gray.
  3. Scott Pilgrim Contra el Mundo.
  4. Precius.
  5. Nine.
  6. El Equipo A.
  7. El Libro de Eli.
  8. Los Otros Dos.
  9. Iron Man 2.
  10. El Hombre Lobo.
Sé que en esta segunda lista pueden echarse de menos algunas películas como Los Mercenarios, Al Límite, John Rambo, Un Sueño Posible,...
Lo cierto es que hay películas que uno no necesita ver para saber de antemano que se van a encontrar entre lo más lamentable del año. Es por esto que he preferido confeccionar la lista con películas que, aún sabiendo que probablemente no fueran a ser de como para echar cohetes, auguraban algo mejor.
Y, si, ya lo se, he visto Furia de Titanes aun sabiendo la castaña que iba a ser...¿que quereís que os diga? Fué una de mis tardes de Domingo de encefalograma plano ¿acaso nunca habeís tenido una de esas?
Os desafío a que dejeis en los comentarios la peli que hayais visto en vuestra peor tarde,...seguro que nos echamos unas risas.

PD: Listas sujetas a modificaciones en función de lo que tenga ocasión de ver de aquí al dia 31.

sábado, 25 de diciembre de 2010

jueves, 23 de diciembre de 2010

La Mujer sin Piano. Joder, que noche.

SINÓPSIS.
En La Mujer Sin Piano, segundo largometraje de Javier Rebollo, durante los compases iniciales seguimos a Rosa, su protagonista, durante 24 hrs. Este tiempo será suficiente para comprender que Rosa (Carmen Machi) no tiene una vida desgraciada, aunque si que resulta gris y vacía.
Atrapada entre las rutinas de las labores del hogar, asfixiada por un matrímonio en el que ya no hay amor y en el que toda comunicación ha quedado reducida a intrascendentes debates acerca de la forma de preparar las costillas para la cena y presa de una soledad que le hace ir encendiendo televisores con la única intención de que el sonido de éstos le sirvan de compañia, Rosa una noche decidirá hacer la maleta y sumergirse en la noche en pos de una nueva existencia.

BORRÓN Y CUENTA NUEVA.
No es solo Rosa (personaje) quién pretende hacer borrón y cuenta nueva modificando su imagen tras el maquillaje y una peluca, también Carmen Machi (actriz) parece pretender, con este papel, cambiar su habitual registro cómico por uno mas serio y contenido, que no dramático.
Es éste un cambio que ya nos venía anunciado desde Lo Que sé de Lola, anterior film de Javier Rebollo (su primer largometraje), donde contaba con un breve papel, pero es ahora, con la elección de interpretar a Rosa, cuando Carmen Machi presenta toda una declaración de intenciones. Y es que Rosa está estrechamente emparentada con Aida, el personaje televisivo al que Carmen Machi debe su éxito y aúnque ambas mujeres provienen de similar nivel social y ambas buscan en el fondo de una copa de cognac la escapatoria a esa realidad que las asfixia, lo hacen en registros diametralmente opuestos. Las dos son amas de casa de clase obrera con un marido ausente (aunque por diferentes motivos) y pertenecientes a la cultura de la copa de cognac y el bocata de calamares, si. Pero, mientras que en el caso de Aida esta circunstancia se emplea como recurso cómico para construir un personaje gritón, a menudo histriónico y siempre arquetípico, en el caso de Rosa permite a la actriz dar a luz un personaje silencioso y casi invisible. Un personaje de gestos y de emociones contenidas que es interpretado huyendo del arquetipo de habitante de barrio castizo que tanto atrae al cine español.

ECOS DE OTROS CINES: LAS REFERENCIAS DE JAVIER REBOLLO.
Con un guión practicamente inexistente y con una casi total ausencia de diálogos, ya que no hay palabras que puedan expresar lo que las imagenes de Javier Rebollo nos muestran, la película se apoya completamente en un estilo de rodaje que auna una banda sonora consistente en el hipnótico resonar de los tacones de la protagonista en la noche madrileña con una espléndida fotografía en tonos azulados que sugieren el tono onirico del relato. Tono onírico que irá adquiriendo tintes surrealistas conforme vayan desfilando por la escena el resto de personajes con los que Rosa se cruza a lo largo de su escapada nocturna.
Resultan evidentes las referencias de Javier Rebollo a la hora de enfrentar este proyecto. Por un lado tanto la protagonista y su nivel social como el tipo de fotografía nos remiten sin lugas a dudas al cine de Aki Kaurismäki, especialmente a La Chica de la Fábrica de Cerillas. Y no acaban aqui las similitudes con la obra del director finlandés, no. Javier Rebollo introduce en su película imagenes del trio que formaron Bush, Aznar y Tony Blair para perpetrar ese crimen que fue la invasión de Irak de la misma manera que Kaurismäki recuerda en su película la masacre de Tiananmen.
Por otro lado, constituyendo quizá la referencia más clara, también nos remite a la magnífica Jo, Que Noche de Martin Scorsese. En cualquier caso podríamos hablar de una fusión de ambas, con menor carga dramática que la de Kaurismäki y suprimiendo el marcado caracter cómico de la surrealista experiencia del protagonista de la película de Scorsese.
Curiosamente, el surrealista deambular de la protagonista del film de Rebollo y sus interacciones con curiosos personajes recuerda también, en ocasiones, al periplo del protagonista de Los Límites del Control (Jim Jarmusch, 2009) por tierras españolas. En este caso, dado que ambas se rodaron en el mismo año, más que de una referencia deberíamos hablar de una anecdótica casualidad.

LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD.
En los primeros compases de la película vemos como Rosa se estrella contra el muro de la burocracia cuando, en la oficina de correos, se le niega la entrega de un paquete por tener el DNI caducado.
-Pero, mira ¡si soy yo!- insiste nuestra protagonista poniendo su documento de identidad junto a su cara.
La fuga de Rosa es, más que una huída, una busqueda de su propia identidad perdída. La rutina del día a día, la despersonalización de su matrimonio y una sociedad en la que sucesos relevantes como la invasión de un país por tropas extranjeras quedan como ruido de fondo entre la insigne multitud de programas basura emitidos por televisión han hecho que esta mujer no acabe de saber como se siente. Es por esto que la visión de la escena de cacería que adorna la cabecera de su cama tanto le inquieta. No sabe si identificarse con ese ciervo agonizante derribado por dos flechas o hacerlo con ese cazador que, contando solo con dos flechas para rechazar el ataque de tres lobos, augura un futuro incierto. Y es por esto que Rosa decidirá apearse en marcha del tren de su vida (toma el cuadro, lo descuelga y lo guarda fuera de la vista) y buscarse una nueva identidad.
Pero La Mujer Sin Piano es una película en la que queda poco espacio para la esperanza. De la misma manera que, en determinadas situaciones, la cámara parece llegar tarde para mostrarnos lo que está sucediendo en la escena, Rosa parece que también ha llegado demasiado tarde para tomar las riendas de su propia vida.
Desde ese empleado de la estación de autobuses que le cierra la ventanilla de venta de billetes en sus narices hasta el camarero que se niega a servirle porque ya va a cerrar el bar, pasando por ese guardia de seguridad que aparece siempre que Rosa se lleva un cigarrillo a la boca para recordarle que no está permitido fumar, indican que la realidad que la atenaza acabará venciendo.
No obstante, aunque es cierto que el devenir de los acontecimientos relatados en la historia destilan pesimismo, Rebollo también nos muestra que siempre puede quedar un resquicio por el que se cuele la esperanza y, de esta manera, puede que tras las últimas palabras de Rosa en la escena final decidamos que su claudicación es solo aparente.

CONSIDERACIONES FINALES.
Este segundo largometraje del antes cortometrajista Javier Rebollo resulta un trabajo, cuanto menos, recomendable.
Cierto que no es perfecto y que la tremenda dilatación de algunas de sus escenas puede acabar con la paciencia de algún espectador, pero, a mi entender, se trata de un trabajo notable. Un trabajo que muestra que en España también puede haber cine de autor. Que no todo va a ser cine ambientado en la guerra civil  o en la posguerra.
La recomiendo, aunque no a todo el mundo.

Para ver el trailer, pinchad aqui.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Cyrus. Edipo y Peter Pan se baten en duelo.

Cyrus, el último film de los, para mi hasta ahora desconocidos, directores Jay y Mark Duplass, a los que supongo hermanos, ha sido la gran sorpresa de este ya agonizante año.
Película de corte independiente, con gran acogida de crítica y público en las pasadas ediciones de los festivales de Sundance y Valladolid, Cyrus es una muy seria comedia inteligentemente desarrollada en torno a tres personajes perfectamente construidos.
La historia: John (John C. Reilly), un maduro editor sumido en una profunda depresión e incapaz de asumir su divorcio (del que ya hace siete años que se produjo) conoce a Molly (Marisa Tomei) en una fiesta y comienza una relación con ella. Pronto conocerá también a Cyrus (Jonah Hill), el obeso y manipulador hijo veinteañero de Molly que hará todo lo posible para librarse del pretendiente de su madre.
A la vista del argumento y también, por qué no, de la presencia de Jonah Hill en el reparto, uno se acerca al film, si no se ha informado antes sobre él, con cierto prejuicio y el comprensible miedo a darse de morros con otra muestra de estúpida y desmadrada comedia para adolescentes de encefalograma plano a la que la industria  norteamericana nos tiene tan acostumbrados. Nada más lejos de la realidad. La nerviosa cámara de los hermanos Duplass y su agresivo uso del zoom nos presentan una historia de seres disfuncionales, de adultos atrapados en una vida adolescente y jóvenes pasivo-agresivos que se resisten a abandonar la comodidad del hogar.
La dupla de directores pone las cartas sobre la mesa ya desde la primera escena cuando el personaje interpretado por el siempre estupendo John C.Reilly se ve interrumpido por su ex-mujer en plena actividad onanista mantenida al amparo de la oscuridad de su habitación, encarnando así uno de los mayores terrores de la adolescencia.
La forma en la que la pareja protagonista se conoce y el baile performance que John se marca al poco tiempo de este encuentro completamente borracho en medio de una fiesta repleta de adultos serios, además de constituir uno de los momentos mas divertidos de la película, refuerza la construcción del personaje de John C.Reilly  como reflejo del adulto incapaz de abandonar por completo la adolescencia.
A pesar del gran trabajo de John C.Reilly y de lo real y cuidado de su personaje, no tenemos que olvidar cual es el título de la película. Y es que si el personaje de John resulta interesante, el de Cyrus no se le queda atrás.
Jonah Hill abandona su habitual papel de adolescente salido para crear un personaje que, por momentos, resulta inquietante. Veinteañero con obesidad mórbida, músico de dudoso talento y con una personalidad pasivo-agresiva con un marcado complejo de Edipo resulta el contrincante ideal de John C.Reilly en un duelo en el que la recompensa es Molly, la sensual madre de Cyrus; un personaje que tampoco se atreve a desarrollar su vida con libertad a causa del complejo de culpa que su hijo se encarga de alimentar constantemente. Un duelo, pues, entre un Peter Pan con el físico de Shreck que no acaba de atreverse a llevar una completa vida adulta y un Edipo sobrealimentado que se resiste a abandonar el hogar materno.
Cyrus es una comedia de tinte dramático. De esas que te congelan la sonrisa. Un sobresaliente trabajo con sabor indie sustentado por un inteligente guión que cuida sobremanera la construcción de todos sus personajes, que articula perfectamente los pensamientos de éstos y que encuentra un vehículo perfecto en los actores escogidos para interpretarlos.
Cyrus va a ser, no me cabe la menor duda, una de las películas del año.

Para ver el trailer pinchad aquí.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Lanzamiento de The Walking Dead.

Ya ha terminado la emisión de The Walking Dead, la que ha resultado ser una más que notable adaptación del genial comic de Robert Kirkman y desde Estados Unidos se confirma la que será la fecha para su lanzamiento en DVD y Blu-Ray. Se trata del próximo 8 de Marzo.
Ambos formatos presentarán ediciones en dos discos con multitud de contenidos adicionales y ya pueden reservarse en http://www.amazon.com/.

Fallece Blake Edwards, padre de la Pantera Rosa y Peter Sellers.

Justo cuando ya pensaba que podría dar por finalizado el capítulo de fallecimientos en el mundo del cine por este año vuelvo a recibir la noticia de un nuevo deceso. En este caso se trata de Blake Edwards. Un director que nos deja tras hacernos grandes regalos. Me refiero por supuesto a La Pantera Rosa, una de las mejores creaciones dentro del dibujo animado, al genial Peter Sellers, de quién fué descubridor, a Días de Vino y Rosas, obra maestra indiscutible, a Victor o Victoria, una de mis comedias favoritas y, porqué no, a uno de los momentos mas hilarantes de la gala de entrega de los oscars del 2008 cuando, al acudir a recoger su oscar honorífico finge perder el control de su silla de ruedas y acaba atravesando el fondo del escenario.
Descanse en paz.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

30 años sin Lennon.



Hoy se cumplen 30 años del día de la muerte John Lennon. Tal día como hoy un tipo apretó un gatillo y convirtió a un artista en leyenda.
Desde aquí este pequeño homenaje.

In Memoriam.

Se acerca el final del año y llega el momento de las listas recopilatorias de sucesos acontentecidos a lo largo de estos doce meses.
Aqui expongo la correspondiente a los fallecimientos de personalidades del mundo del cine que nos dejaron a lo largo del 2010.


ENERO

Jean Simmons
Eric Rohmer

MARZO

Peter Graves
Robert Culp

ABRIL

John Forsythe
Jordi Estadella

 MAYO

Gary Coleman
Dennis Hopper
Antonio Ozores

AGOSTO

Bruno Cremer












SEPTIEMBRE

Arthur Penn
Tony Curtis
Claude Chabrol

OCTUBRE

Manuel Alexandre














NOVIEMBRE
Leslie Nielsen
Luis Garcia Berlanga
Mario Monicelli

DICIEMBRE
Blake Edwards


domingo, 5 de diciembre de 2010

Conocerás al Hombre de tus Sueños. La ilusión hace más que la medicación.

Alfie (Anthony Hopkins), un hombre ya septuagenario, se sienta un día en su cama y se descubre incapaz de asumir su vejez. Al no encontrar apoyo en su esposa Helena (Gemma Jones), con la que lleva ya cuarenta años casado y que intenta hacerle comprender que los estragos causados por el paso del tiempo son algo por lo que todos debemos pasar, se divorcia, se lanza a una vida de deporte y dietas macrobióticas e inicia una relación con una joven y escultural Showgirl (Lucy Punch).
La separación de Helena de su marido, tras cuarenta años de vida en común, ha hecho que ésta busque consuelo en una futuróloga y en su hija Sally (la siempre estupenda Naomi Watts) a las que visita constantemente.
Sally, casada con Roy (Josh Brolin), un escritor frustrado que sobrevive con trabajos esporádicos y obsesionado con la joven vecina de enfrente (Freida Pinto), se siente atraida por Greg (Antonio Banderas), su nuevo jefe.
Semejante embrollo, que podría, en manos de según que director, haber desembocado en una alocada sitcom o en un apestoso culebrón es, ni más ni menos, que el argumento de Conocerás al Hombre de tus Sueños, último trabajo de Woody Allen estrenado en nuestras pantallas e incorporado ya al mercado del DVD desde el pasado 1 de Diciembre (la edición en Blu-ray se hará esperar hasta el próximo dia 15, paciencia).
Allen abandona su amada New York para rodar, una vez más, en Londres. Precisamente es una cita del más famoso dramaturgo inglés, William Shakespeare, la que se emplea para presentar el film y que servirá de premisa argumental: "La vida es un cuento de ruido y furia que no significa nada".
Tras tan amargas e irónicas palabras el director neoyorkino nos ofrece una agridulce comedia coral en la que la construcción de los personajes y las decisiones que cada uno de ellos va adoptando son la base del relato por encima de la historia, que en ocasiones se antoja inexistente.
Algunas constantes del cine de Allen, precisamente por ser constantes, son fácilmente reconocibles aquí. Asfixiantes matrimonios que frenan el desarrollo personal, infidelidades, divorcios, crisis de edad, dilemas morales, la filosofia del perdedor, la burla del destino son asuntos que afectan, en mayor o menor grado, a cada uno de los personajes de este relato, de este cuento que, empleando las palabras del narrador, no significa nada.
Al igual que ya hiciera en El Sueño de Cassandra, Woody Allen nos ofrece aquí una película de personajes siendo el más interesante de ellos el de Roy, magníficamente interpretado por Josh Brolin.
Roy resulta ser el personaje más complejo, el más trabajado a nivel de guion, por tratarse del que Allen se hará servir para aunar diversos aspectos de su universo filosófico.
Mientras en Alfie vemos representado el miedo a la vejez, en su esposa Helena el miedo a la soledad y en Sally y Greg la frustración por sendos matrimonios insatisfactorios, Roy es un compendio magníficamente representado de los terrores del artista frente a su obra, el deseo por lo inalcanzable, la cuestionable moralidad de los actos encaminados a alcanzar el éxito y el papel determinante del azar en el rumbo de nuestras vidas.
Conocerás al hombre de tus sueños, sin tratarse del mejor trabajo de Woody Allen, es una película notable, una comedia triste de personajes sólidamente construidos en la que el devenir de éstos, especialmente el de Helena, nos llevará a la conclusión de que, como dice el narrador, en ocasiones puede más la ilusión que la medicación.


Para ver el trailer pinchad aquí.

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Seguro que no es una broma?¿Se ha muerto de verdad?

Mario Monicelli, genial maestro de la comedia italiana, dijo en una ocasión que se suicidaría en el momento en que viese que la vida habia dejado de ser vida.
El pasado día 29 de Noviembre, sus 95 años, Monicelli abrió la ventana de su habitación en el quinto piso del Hospital de San Giovanni, en Roma, y saltó desde ella.
Rememorando parte de un genial diálogo, perteneciente a su tambien genial Amici Miei (1975), uno se ve tentado de preguntar: ¿Estamos seguros de que no es una broma?¿Se ha muerto de verdad?
No he leido los diarios, pero supongo que alguno dirá que, dada su avanzada edad, Mario Monicelli sufrió un momento de enajenación mental. Yo me temo que fuese un momento de extrema lucidez.
Descansa en paz, maestro.

martes, 23 de noviembre de 2010

Submarino.Consecuencias de una vida sin infancia.

Thomas Vinterberg es un director que ya ha aparecido en este espacio en alguna otra ocasión. Lo hizo a raiz del comentario realizado acerca de su película It´s All About Love y lo hizo también en la introducción sobre el Voto de Castidad en que se basa el movimiento Dogma 95 con el que dí comienzo al comentario sobre Brodre.
Vinterberg, con Celebración, fué el primero en rodar aplicando a su narración todas aquellas restricciones que el Voto de Castidad le imponía y de las que la mas importante era el tiempo en el que transcurria la narración. Había que rodar el aquí y ahora, sin artificios y sin mas sonido que los naturales del espacio en el que se estaba rodando.
Vinterberg también fué el primero en romper su Voto de Castidad y lanzarse a explorar las posibilidades que otros estilos narrativos le ofrecían. Asi nos llegaron la ya comentada It´s All About Love, fábula futurista narrada por un muerto, y Querida Wendy, en la que la narración gira en torno a las cartas que el protagonista dirige a su pistola.
En esta ocasión, con Submarino, rodada este mismo año tras tres años de silencio, el director danés vuelve a la narración sin restricciones. Se trata de un doble retorno ya que, tras su fallido intento en el terreno de la comedia con When A Man Comes Home, vuelve al terreno del drama familiar para mostrarnos el transcurrir de las vidas de dos hermanos que se vieron separados a causa de un terrible suceso acontecido durante su infancia.
Thomas Vinterberg, en ésta su sexta película, juega con el tiempo y, haciéndolo avanzar y retroceder a voluntad, nos permite ver como transcurren los mismos días para ambos hermanos. Dos hermanos cuyas vidas siguen marcadas por aquel trágico suceso que tuvo lugar cuando eran pequeños y que les arrebató su infancia. Y, es que, ésta es la tesis que Vinterberg desarrolla en su película; que si las experiencias acumuladas durante la infancia moldean al adulto en el que te vas a convertir, una mala infancia, o la ausencia total de ésta, lo hace también dejando, con más motivo, una impronta aun más profunda.
La tesis de Vinterberg nos viene planteada desde el mismo título de la película. Submarino es el nombre con el que se conoce a la técnica de tortura consistente en sumergir en el agua la cabeza del preso o detenido hasta casi asfixiarlo una y otra vez y que el danés emplea en este caso como metáfora de lo que la vida está haciendo con sus dos hermanos protagonistas, y en especial con Nick, el mayor de los dos.
La película, rodada con una estupenda fotografía de tonos frios apoyada por una muy buena banda sonora, es un relaro duro y sombrío que huye de sentimentalismos fáciles y que apenas deja un breve resquicio para que aflore la esperanza. Es la crónica de dos vidas rotas en la que el Submarino del título también representa la imagen del hombre que ya no puede caer mas bajo.
No obstante, aun tratándose de un trabajo notable, cabría reprocharle a su director el exceso de celo que pone a la hora de hacer llover las desgracias sobre las cabezas de sus protagonistas con el fin de ilustrar su tesis. Un exceso de desdichas que restan verosimilitud a la historia y que hace que nos distanciemos de ella. De igual forma, cabria echarle en cara el caracter reiterativo de la escena final que subraya, de forma innecesaria, algo que el diálogo ya había dejado suficientemente claro apenas unos instantes antes. Una escena final sin mas justificación formal que la de darle una forma circular al film para mostrar un nuevo comienzo. Algo innecesario, repito.
Submarino no es Celebración, la obra maestra del director, pero es un trabajo notable. Una película altamente recomendable y un ejemplo perfecto de como se puede rodar un duro drama familiar sin convertirlo en un insufrible pastelón artificioso y sentimentaloide como es Precius, por poner un ejemplo.

Para ver el trailer de la película pinchad aquí.

viernes, 19 de noviembre de 2010

FC4+1.Una novedosa propuesta.


El pasado día 11 de Noviembre dió inicio el novedoso Festival de Cine 4+1 patrocinado por la Fundación Mapfre.
El festival está dedicado al cine de autor. Durante cuatro días se exhiben las mismas 16 películas (15 de concurso y una fuera de él) en cinco ciudades diferentes: Bogotá, Ciudad de México, Sao Paulo, Madrid y Buenos Aires y el premio se concede según la valoración del público.
La ganadora de esta primera edición ha sido la película francesa Les Plages d´Agnés dirigida por la incombustible Agnés Vagda, directora proveniente de la Nouvelle Vague.
Este festival constituye una novedosa y más que interesante propuesta a la que convendrá seguir la pista. Para el próximo año ya hay varias ciudades más que se han mostrado intersadas en participar.

Podeis ver un trailer de la película ganadora pinchando aquí.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Copie Conforme. ¿Original o copia?

En su nuevo largometraje, Copie Conforme, el iraní Abbas Kiarostami, sale por primera vez a rodar fuera de su país para ofrecernos toda una obra maestra que podría llegar a considerarse una copia certificada de Te Querré Siempre, la magistral película de Roberto Rossellini.
El director, de la boca de uno de los protagonistas de su película, nos deja muy claras sus intenciones desde el comienzo ofrececiéndonos un muy interesante punto de vista acerca del arte y de la vida misma: ¿puede ser mejor una copia que la obra original? ¿puede hablarse de originalidad en la obra original cuando ésta, en realidad, es ya una copia del modelo?¿puede considerarse original el ser humano dado que proviene de constantes réplicas de un ADN original?
Para Kiarostami una creación artística, sea una pintura, una escultura o una película, presenta un valor intrínseco que le viene otorgado por los sentimientos que su contemplación hace aflorar en el público. Desde este punto de vista, una copia no solo puede ser tan valiosa como su original sino que puede llegar a tener un mayor valor.
Para defender su tesis, Kiarostami, despoja su cine del artificio de sus últimas realizaciones, hace las maletas, cambia de idioma, toma a una conicidísima actriz europea y rueda el retrato de una crisis matrimonial durante el viaje de una pareja por la toscana.
Kiarostami se viste asi de Rossellini para, de forma realista, mostrarnos el deterioro de una pareja en la que él siente la necesidad de vivir su vida y ausentarse constantemente, ella se siente frustrada al ser incapaz de aceptar el hecho de que el tiempo todo lo cambia y que el amor, existiendo todavía, no se manifiesta en los mismos detalles que quince años atrás y en la que la presencia de los hijos, aun en fuera de campo, condiciona las relaciones de pareja.
La pareja de Kiarostami mantiene largos y pausados paseos tanto andando como en coche. Paseos durante los cuales conversan largo y tendido.
El personaje de Ingrid Bergman en la película de Rossellini, al igual que el de Juliette Binoche en la de Kiarostami,  al verse desatendida siente la necesidad de seducir constantemente a su marido. En ambas películas veremos la misma escena en la que contemplamos el ritual de acicalamiento frente al espejo previo a la cita.
Pero el iraní defiende la idea de que una copía puede ser mejor que el original y va mas allá convirtiendo su película en una representación.
En realidad la pareja retratada por Kiarostami no es tal pareja. Se trata de dos personas que acaban de conocerse en una conferencia y que quedan para dar un paseo por la toscana. De hecho, la película de Kiarostami está, en realidad, fragmentada en lo que podrían ser dos películas. Una, que nos cuenta como una mujer francesa, separada y con un hijo, que vive desde hace años en la toscana, conoce en una conferencia a un escritor y comienza lo que promete ser una relación con él y una segunda película en la que la pareja, tras ser tomada por un matrimonio con quince años de solera, decide mantener el engaño y escenificar lo que sería su relación tras más de una década de matrimonio...Y es aquí donde Kiarostami  hace que su copía se desvíe del original y adquiera personalidad propia. Al hacer que los protagonistas de su historia se conviertan en una representación de lo que podrían ser todas las parejas del mundo. Al convertirlos en el futuro de todas esas jovenes parejas que, a lo largo de la película, vemos participar en los rituales que, de manera mecánica, acompañan al momento de convertirse en un matrimonio.
Pero el director iraní todavía va mas allá y fragmenta de tal modo su película que bien podría ser que, entre su primera y su segunda parte hubiesen transcurrido ya quince años de vida en común convirtiéndose, de esta manera, la pareja en una copia certificada de la pareja original. Una confusión creada con total intencionalidad por el autor y que acentúa todavía más con el plano final de la película ¿Está el protagonista cara al espejo, que permanece una vez más fuera de campo, buscando en su reflejo alguna señal de su ser original? o, por el contrario, no hay espejo alguno y somos nosotros los que estamos mirando la copia certificada de nuestra propia vida en pareja?
Sin duda un plano final tremendamente sugerente abierto a múltiples interpretaciones y que recuerda mucho al plano final de Dublineses, la obra póstuma de John Huston ¿nos encontramos, pues, con una copia dentro de otra copia?
Con su última realización Kiarostami nos ha ofrecido, pues, un ensayo sobre la falsificación (al fin y al cabo sabemos que la película es suya porque su nombre aparece como director en los títulos de crédito ya que la forma en que está rodada dista tanto del estilo propio de Kiarostami que bien podría tratarse del trabajo de cualquier otro) y, como ya hiciera el genial Orson Welles en su excelente película-documental F For Fake juega con la idea del falsificador como artista y cuestiona en todo momento los valores que convierten a una creación artística en obra de arte al plantear (y a mi entender, demostrar) que una copia puede ser superior a su original.
Y no es éste el único juego planteado por Kiarostami. Abbas extiende su juego al uso del idioma al hacer que sus protagonistas se comuniquen hasta en tres idiomas diferentes (Inglés, Francés e Italiano) siendo, en cada caso, el idioma empleado una manifestación del estado de ánimo del personaje.
Copie Conforme puede ser vista como una copia certificada de Te Querré Siempre que supera a su original. También puede ser vista como una representación de todas las parejas del mundo. Incluso puede verse como un ensayo sobre la copia como creación artística; como una prolongación de la conferencia que abre el film. Pero lo que no deja lugar a dudas es que Copie Conforme es una obra maestra con entidad propia. Una película que nos atrapa gracias a que nos vemos fácilmente retratados en ella y gracias, sobre todo, a la magistral interpretación de una Juliette Binoche que está, una vez más, inmensa.
Ved la película, por supuesto en versión original si no quereís perderos el uso que se hace de los tres idiomas, disfrutadla y luego sentaos a hablar sobre ella.


Para ver el trailer pinchad aquí.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Fallece Luís García Berlanga.


Fue capaz de hacer el cine que quería cuando mas dificil era. Fue capaz de mostrar que el cine español puede ser bueno y que una comedia puede ser muy seria. Fue capaz de engañar a los censores franquistas y burlarse del régimen y la decadente burguesía en sus propias barbas.
La pasada madrugada no fue capaz de engañar al destino que a todos nos espera y la muerte le alcanzó al fin a sus 89 años,durmiendo plácidamente tras comerse un pincho de tortilla de patata, como habría podido sucederle a cualquiera de los personajes de sus películas.
Ha muerto un genio, un maestro del plano-secuencia, un confeso fetichista y un gran amante del cine. Ha muerto el director de obras maestras como Plácido y El Verdugo,  de obras fundamentales como Bienvenido Mr. Marsall y La Escopeta Nacional,... Ha muerto Luís García Berlanga.
Descansa en paz maestro.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Mother. Recuerdos perdidos.

Mother es el cuarto largometraje del director coreano Joon-ho Bong y, una vez más, nos encontramos con una película que, ni se ha estrenado comercialmente en salas en nuestro país ni parece que vaya a ser editada, al menos en un futuro próximo, en formato doméstico.
La alternativa a la que nos vemos arrastrados aquellos a los que nos gusta disfrutar del buen cine es, nuevamente, la descarga de películas a través de internet.
En el caso concreto de la película que nos ocupa, Mother, también gracias al milagro de internet, disponemos de la posibilidad de adquirirla en Blu-Ray, formato en el que, curiosamente, si que ha sido editada en Estados Unidos. Y digo curiosamente porque es bien conocido por todos la reticencia de los americanos a consumir cine proveniente de mas allá de sus fronteras, a pesar de lo cual tienen la deferencia de editar películas como Mother en excelente copia de alta definición, formato multizona y subtítulos en castellano.
Resulta doloroso que, a estas alturas de la película, todavia haya cosas para las que tengamos que poner de ejemplo a los yankis.
En este su cuarto largometraje el director coreano nos relata, de forma magistral, las vicisitudes por las que pasa una madre soltera para esclarecer el asesinato del que ha sido acusado Do-joon, su único hijo, en el que ha volcado toda su vida y que, a causa de su naturaleza ingenua y estúpido comportamiento, constituye toda una fuente de problemas.
Tras su incursión en el género fantástico con la estupenda The Host, Joon-ho Bong retoma la estela de su obra maestra, Memories of Murder para ofrecernos un nuevo thriller en el que son claramente reconocibles las señas de identidad de su director. Señas que se nos muestran desde la primera escena de la película, toda una declaración de intenciones.
La historia arranca con una bella secuencia cargada de poesia,... y absolutamente marciana.
Una mujer, que luego se nos revelará como la madre que da título al film, pasea lentamente por un prado en dirección a la cámara. Se detiene frente a nosotros. Una música comienza a sonar. La mujer baila.
No será éste el único baile que veremos en la película, también asistiremos a otra manifestación semejante hacía el final del metraje constituyendo éstos los dos únicos momentos de paz para nuestra protagonista.
Como decía, la extraña secuencia con la que el director abre su historia conforma toda una declaración de intenciones en cuanto a que deja claro que vamos a disfrutar de una película bellamente rodada y desarrollo poco convencional. Y así resulta.
La película, como resulta habitual en el cine oriental, presenta una cuidadísima puesta en escena y está plagada de planos de gran belleza que no requieren ningún diálogo. Por destacar uno de los muchos de estos momentos que presenta yo me quedo con la que es, probablemente, mi secuencia favorita en esta película. Se trata de una secuencia prácticamente estática. Un plano fijo se composición muy simple y rodado con gran angular en el que vemos, frente a un muro que cubre todo el fondo del plano, como la madre permanece inmovil a la izquierda del encuadre mientras su hijo está orinando en el extremo opuesto y de espaldas a nosotros. El joven sale del encuadre una vez ha dejado satisfecha su necesidad y la madre queda sola ocupando por unos instantes la misma posición que ocupaba desde el inicio de la secuencia. Pasados unos segundos la madre se dirige al lugar que ocupaba su hijo y limpia el charco de orina que éste ha dejado.
Se trata, como decía, de una escena rodada de manera muy sencilla y que resulta muy reveladora ya que nos muestra como la madre vuelca toda su vida en el cuidado de su despreocupado hijo al tiempo que refleja de manera magistral el estado de soledad al que ello la tiene condenada.
Toda la película respeta las constantes a las que este interesante director nos tiene acostumbrados: familia disfuncional y una trama en la que conviven momentos de gran violencia con otros cargados de humor negro que hacen que la intriga que sirve de base a la historia se aleje de los convencionalismos del cine de género. Todo ello apoyado, en este caso, en el personaje de la madre. Un complejo personaje, magníficamente interpretado, que soporta todo el peso de la película y que arrastra consigo terribles recuerdos que se ve obligada a intentar borrar ante la imposibilidad de vivir con ellos. Porque la película también trata de esto, de como hay recuerdos de los que nos habíamos deshecho y que acaban por aflorar para pasarnos factura.
Nuevamente una gran película de uno de los directores mas interesantes del panorama actual y una genial excusa para repasar su corta pero estupenda filmografía,... o para descubrirlo si todavía no lo has hecho.
En cualquier caso una película que hay que ver.

Para ver el trailer, pinchad aquí.

viernes, 5 de noviembre de 2010

En el punto de mira.

El próximo 24 de Noviembre, Divisa, en su colección Orígenes del Cine, saca a la venta la edición integra y restaurada en el 2010 de Metrópolis, la obra maestra de Fritz Lang.
El mismo día saldrán a la venta tanto la edición en DVD como la edición en Blu-Ray, en ambos casos con dos discos. Un par de documentales y una galería de imagenes complementarán a la película en ambos casos.
Ya tengo esa fecha convenientemente marcada en el calendario, la edición en Blu-Ray tiene que ser mia.

martes, 2 de noviembre de 2010

Y yo,...¿a quién habré salido?

En mi casa nunca se ha respirado ambiente cinéfilo. Cierto que, una noche por semana, mi abuela venía a cuidarnos a mi hermana y a mí y se quedaba a dormir en casa para que mis padres salieran con una pareja de amigos a una sesión de cena y cine, pero siempre me dio la impresión de que se trataba más de airearse y salir de casa que del hecho de ver la película en sí. Luego no había comentarios en casa acerca de la película visionada, ni entre mis padres ni con nosotros. Era más fácil que nos dijeran qué habían cenado y donde.
Actualmente han suprimido el cine de su cena semanal, lo que confirma cual era la parte importante en esas escapadas. Pero, por si todavía queda alguna duda y, para ilustrar todavía mas claramente la falta de interés por el cine os relataré una pequeña anécdota:
Hace ya unos cuantos años, mi madre era agente de Círculo de Lectores y servía la zona centro de Valencia.
Círculo, que, en ocasiones, realizaba concursos de ventas para incentivar a sus agentes, convocó por aquel entonces un concurso en el que el premio al mejor agente era un viaje para dos personas a Berlín  para asistir al festival de cine.
Dado que mi madre disponía de la mejor zona de ventas imagino que no debió ser muy difícil para ella hacerse con la victoria. De hecho lo hizo. Ganó ella y, nada más ganar y comunicarnos que lo había hecho, habló con sus jefes para solicitar que le dieran el segundo premio en lugar del primero, petición a la que éstos accedieron bien gustosos.
El segundo premio era un reproductor VHS.
Nosotros, pues, nunca recibimos una cultura cinematográfica. No quiero decir con esto que mis padres no nos llevaran a mi hermana y a mí al cine, no. A lo que me refiero es a que nuestras excursiones a salas de cine, que las hubo, obedecían más a una necesidad de salir a distraerse (distraernos) que a aprender del séptimo arte. Quizá es por esto que no recuerdo cual fue la primera película que vi en una sala de cine, imaginad el impacto que debió causarme.
Recuerdo, con un ligero desenfoque, algunas proyecciones a las que mis padres nos llevaron. Se trata de recuerdos dispersos que me llevan desde la primera producción Disney, Blancanieves y los Siete Enanitos, hasta E. T. el Extraterrestre, mi primer contacto con Spielberg, pasando por Los Diez Mandamientos, Galáctica ¿alguno recuerda aquél fallido experimento con el Sensurround? y Dos Superpolicías.
Con mucha mayor nitidez recuerdo otras proyecciones con las que salí encantado del cine. Entre ellas están Star Wars, que vimos unas Navidades con mi madre y mis primos mayores, y Ivanhoe que, inexplicablemente, debimos ver en un cine de reestreno ya que cuando esta película se estrenó yo no había nacido (uno es mayor, pero no tanto).
Como puede verse, salvo contadas excepciones, la lista es para preguntarse que porqué no he titulado esta entrada ¿Cómo es posible que me guste el cine?
Pues bien, sucedió una tarde en la que mis padres y nosotros circulábamos por Valencia regresando de nosedónde. Pasábamos frente al Cine Gran Vía, uno de tantos cines actualmente desaparecidos en nuestra ciudad, cuando mi padre sugirío entrar a ver la película que daban, que era una del espacio, con naves y todo eso, como la Guerra de las Galaxias.
Asi fue como vi 2001, Una Odisea Espacial. La película que, a pesar de no entender para nada, me dejó completamente impactado. Una experiencia visual que me hizo caer perdidamente enamorado del cine y que ha dejado una huella que, todavía hoy, permanece indeleble en mi memoria.
Hago aquí un paréntesis para mandar un saludo a mi padre, que actualmente permanece ingresado en una habitación del Hospital La Fe de Valencia a causa de la fractura de una vértebra (fractura de la me considero en parte reponsable), y darle las gracias por aquella experiencia que cambió mi vida.
Dicho ésto, sigamos.
Como bien saben los que me conocen, padezco cierta tara física desde mi nacimiento. Nada de importancia. Una fruslería que, sin embargo, limita mi capacidad para realizar ciertos actos. Ésto, unido a mi absoluta incapacidad para pedir ayuda, me ha obligado a tener que ingeniar modos alternativos para realizar esas acciones para las que, en teoría, estoy incapacitado. Actividades tales como atarme los zapatos, hacerme el nudo de la corbata o ponerme y quitarme el reloj, cosas que, en principio no debería ser capaz de hacer, las realizo con completa naturalidad (aplaudir no, eso todavía está en proceso de desarrollo).
Esta tendencia autodidacta que mi tara me ha hecho desarrollar la apliqué también a mi educación cinematográfica que decidí que iba a adquirir tras la visión de 2001. Así que comencé por lo que tenía más a mano: la televisión.
En la 2 de Televisión Española (entonces UHF) descubrí los Viernes un programa en el que se proyectaba una película que, de alguna manera, se relacionaba con algún tema de actualidad y que luego se complementaba con un debate sobre el tema en cuestión. Se trataba de La Clave, programa conducido por Jose Luis Balbín.
Debo a este programa mi primer contacto con grandes obras como Ciudadano Kane, Traidor en el Infierno o Teléfono Rojo, Volamos Hacia Moscú.
A esto siguieron, en esa misma cadena, los ciclos de la 2. Ciclos que, a lo largo de varias semanas, recorrian la filmografía de conocidos directores y actores. Ahí vi multitud de títulos de Orson Welles,  Billy Wilder, Paul Newman, Woody Allen, Fritz Lang,...
Lo siguiente fueron ya las salidas con los amigos y aquellas sesiones dobles y, a veces, triples en cines de reestreno de las que ya he hablado en alguna otra ocasión y los alquileres de BetaVHS en videoclubs, también para disfrutar en casas ajenas ya que el formato doméstico no había llegado todavía a la mía. Dos de estos alquileres fueron Alien, el Octavo Pasajero y Blade Runner, dos de mis películas favoritas.
Todavía tardó unos años pero al final llegó el reproductor de video a mi casa. Todavía puedo verlo, un flamante reproductor de VHS (el Beta ya había muerto por aquél entonces y del Video 2000 ya no se acordaba ni el tato) completamente negro, marca Blaupunkt, que mis padres nunca aprendieron a programar y que me abrió de par en par las puertas a un mundo nuevo: el coleccionismo de películas.
Puedo afirmar, sin exagerar, que yo jamás alquilé una sola película para ver en casa. El uso que hacía del video era el de grabación de las películas de madrugada de la 2, películas que veía en directo mientras las grababa para poder así ir suprimiendo los anuncios, para su posterior almacenamiento en mi, cada vez mas amplia, videoteca.
Las sesiones de madrugada correspondían a un programa que se titulaba Cineclub y que emitía las películas en versión original subtitulada. La primera que grabé fue Ran. A ésta la siguieron cientos y cientos de películas que iban llenando mis estanterías y que yo no prestaba a nadie.
Mi posterior ingreso en la Universidad de Valencia, en la que desarrollé la carrera de Ciencias Biológicas (mi falta de empuje para hacer la maleta e irme a Madrid o Barcelona a la escuela de cine será un tema a desarrollar en otra ocasión) me puso en contacto con otros cinéfilos con los que pronto hice buenas migas y con los que frecuentaba las salas de La Filmoteca Valenciana, el Cine Xerea, el que fuera la primera sede de la Filmoteca de Valencia, Cines Babel y Cines Albatros, aumentando así mi afición por el cine en V.O.S. y descubriendo, de paso, un cine que no se hablaba ni en Inglés, ni en Francés ni en Italiano.
Y entonces llegó el DVD,... y yo con estos pelos.
La mejora en la calidad de imagen y sonido eran evidentes, tan evidentes como el hecho de que el VHS (¡con lo que había tardado en llegar a mi casa!) tenía los días contados, de forma que comencé a ir comprando películas ya en ese formato, a pesar de que todavía no contaba con un reproductor, con el fin de ir sustituyendo mis cintas por discos. la primera en caer fue Sleepy Hollow.
Por el momento iba viendo mis nuevas adquisiciones en mi ordenador, al que si que había incorporado un lector de DVD en espera de que pronto el ya gastado reproductor VHS de nosecuantos cabezales fuese sustituido por un flamante reproductor de DVD, cosa que mis padres (todavía no entiendo muy bien el motivo) no tardaron demasiado en hacer.
Desde entonces, año tras año, mi colección de películas a ido creciendo y los reproductores se han ido sucediendo conforme iba teniendo la necesidad de que estos reconociesen nuevos formatos de grabación: .AVI, DivX, XviD,... la era del ADSL y las descargas de películas a través de Internet había llegado.
Y ahora llegan los televisores planos de Alta Definición, y el Blu-Ray,... y la calidad es aún mayor,... y te los puedes comprar de importación de USA o Reino Unido mas barato,... y el nuevo formato parece que se asienta,...y yo con estos pelos,...otra vez.
Asi que ya tengo un puñadito de Blu-Ray formando parte de mi colección, que sigue creciendo. Aunque, en esta ocasión, no tengo intención de sustituir todos mis DVD´s por los nuevos discos, eso solo lo haré en ediciones muy concretas.
Ah! y ya tengo reproductor.
Y, como decía en la frase que daba comienzo a todo este texto, en mi casa nunca se respiró ambiente cinéfilo.
 Ni mis padres ni mi hermana disfrutan particularmente viendo una película. Asi que me quedo con la duda:
Y yo,...¿a quíen habré salido?

Gracias, papá, por haberte equivocado aquel día y haberme hecho descubrir lo que ha sido y continua siendo una de las mayores pasiones de mi vida: El Cine.
Mejórate pronto.

sábado, 30 de octubre de 2010

Remakes U.S.A. (I). Brodre vs Brothers.

DOGMA 95 es un colectivo de cineastas fundado en Copenhague en la primavera de 1995.
Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor, el resultado será la democratización suprema del cine. Por primera vez, no importa quién es el que hace las películas. Pero, cuanto más accesibles se hacen los medios, más importante es la vanguardia. No es algo accidental por lo que la vanguardia tiene connotaciones tecnológicas. La respuesta es la disciplina... debemos ponerles uniformes a nuestras películas, porque el cine individualista será por definición decadente.
DOGMA 95, para levantarse en contra del cine individualista, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.
Previsiblemente el drama se ha convertido en el becerro de oro alrededor del cual todos bailamos. Hacer que la vida interior de los personajes justifique el argumento es demasiado complicado, y no es arte auténtico. Ya que, anteriormente, nunca las películas artificiales y las acciones superficiales recibieron toda la atención. El resultado es estéril. Una ternura ilusoria, un amor de ilusión.
Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor : elevemos los cosméticos a Dios. Utilizando la nueva tecnología, cualquiera en todo momento puede lavar los últimos restos de verdad en un abrazo mortal a las sensaciones. Las ilusiones son todo lo que una película puede esconder.
DOGMA 95 se levanta contra el cine de ilusión, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.

El voto de castidad

Juro que me someteré a las reglas siguientes, establecidas y confirmadas por:

1-El rodaje debe realizarse en exteriores. Accesorios y decorados no pueden ser introducidos (si un accesorio en concreto es necesario para la historia, será preciso elegir uno de los exteriores en los que se encuentre este accesorio).
2-El sonido no debe ser producido separado de las imágenes y viceversa. (No se puede utilizar música, salvo si está presente en la escena en la que se rueda).
3-La cámara debe sostenerse en la mano. Cualquier movimiento -o inmovilidad- conseguido con la mano están autorizados.
4-La película tiene que ser en color. La iluminación especial no es aceptada. (Si hay poca luz, la escena debe ser cortada, o bien se puede montar sólo una luz sobre la cámara).
5-Los trucajes y filtros están prohibidos.
6-La película no debe contener ninguna acción superficial. (Muertos, armas, etc., en ningún caso).
7-Los cambios temporales y geográficos están prohibidos. (Es decir, que la película sucede aquí y ahora).
8-Las películas de género no son válidas.
9-El formato de la película debe ser en 35 mm.
10-El director no debe aparecer en los créditos.
¡Además, juro que como director me abstendré de todo gusto personal! Ya no soy un artista. Juro que me abstendré de crear una obra, porque considero que el instante es mucho más importante que la totalidad. Mi fin supremo será hacer que la verdad salga de mis personajes y del cuadro de la acción. Juro hacer esto por todos los medios posibles y al precio del buen gusto y de todo tipo de consideraciones estéticas.
Así pronuncio mi voto de castidad.

Copenhague, Lunes 13 de marzo de 1995.
En nombre de Dogme 95,

Lars von Trier - Thomas Vinterberg.

En 2004 Susanne Bier, cineasta integrante del grupo Dogma 95, estrena Brodre, un drama que versa sobre las relaciones familiares y, sobre todo, sobre la manera en la que las verdades ocultas y los secretos inconfesables pueden llegar a socavar la estabilidad emocional de una persona hasta convertirla en un ser sin control sobre sus actos.
La directora danesa carga su cámara al hombro y, siguiendo las normas generales (que no todas) del voto de castidad del grupo Dogma 95, filma  lo que acabará por ser una obra cruda, realista y muy bien interpretada que muestra, sin estridencias ni alardes de ningún tipo, la progresiva ruptura entre dos hermanos a causa de la redención de uno, el descenso a los infiernos del otro y de un amor común por la misma mujer. Una obra de lo más recomendable a la que, quizá, habría que echar en cara el tono ligeramente almibarado de su final y que resulta ser toda una concesión al espectador.
Para ver el trailer de esta película pinchad aquí.
                           
Cinco años después, ante el atractivo de esta historia  y la gran cantidad de premios cosechados en festivales, USA se apropia, como tantas otras veces, de la historia y decide rodarla nuevamente.
El proyecto se pone bajo la dirección del irlandés Jim Sheridan, solvente director, responsable de las muy interesantes Mi Pie Izquierdo y En el Nombre del Padre, con una cierta tendencia al efectismo y cobra vida con el título Brothers.
Esta ¿nueva? versión no solo mantiene el título de la obra original, sino que copia a ésta prácticamente en cada uno de sus planos e incluso reproduce, casi de forma literal, algunos de sus diálogos.
La clonación se extiende, en parte, también a su reparto.
 Tanto en una como en otra película se elije el mismo tipo de actriz protagonista: actriz de gran belleza, aparentemente fragil, inspiradora de gran ternura y que, inexorablemente, despierta en cualquiera el impulso de protegerla. Imposible no enamorarse de ellas.



Connie Nielsen (Brodre).
 
Natalie Portman (Brothers).
Siguiendo con las analogías entre ambos repartos le toca el turno al papel de hermano conflictivo, interpretado en un caso por Nikolaj Lie Kaas y en el otro por Jake Gyllenhaal. En este caso se clava incluso el look del personaje.

Nikolaj Lie Kaas (Brodre)

Jake Gyllenhaal (Brothers)
 Por supuesto, me refiero al tipo del gorrito y barba de cuatro días.
Independientemente de esto, la interpretación, en ambos casos, es muy buena. Contenida, interior, de esos trabajos en los que un silencio o una mirada son mas reveladores que lo que se esta diciendo.
A la vista de todo esto, y puesto que la nueva versión no aporta nada nuevo sobre la historia original, cabría preguntarse si su rodaje era necesario y si realmente la realización danesa del 2004 requería una revisión.
Dado lo atractivo de la historia y la gran acogida tenida por la película danesa en numerosos festivales ¿porqué no limitarse a comprar los derechos de la película a través de alguna distribuidora americana y exhibirla tal cual en salas?
La respuesta es sencilla: no funcionaría. El Americano es un especimen tan estrecho de miras que rechaza de forma automática todo lo que provenga de mas allá de sus fronteras. Sin embargo, ofrécele exactamente la misma historia pero rodada en lengua inglesa e interpretada por un elenco de estrellas hollywoodienses consagradas y reventarán las taquillas yendo a verla. Es por eso que resulta infinítamente mas rentable rodar nuevamente la misma película que comprar el original y proyectarlo.
No obstante, sin tratarse de una mala película, el trabajo ofrecido por Sheridan no acaba de estar al nivel de su predecesora.
El director irlandés, a fin de adecuarse a los gustos del público americano, suprime de la narración todo aquello que huela a Dogma 95, de manera que calza la cámara sobre su trípode, se distancia de los personajes y nos brinda una narración mucho mas convencional.
El resultado es, pues, una película más convencional en su forma, con algún que otro exceso interpretativo por parte de Tobey Maguire, actor al que no acabo de creerme en este papel, y un final que, aún siendo el mismo que el de la película original, acentúa su carácter almibarado y se le explica mucho más de lo necesario al público.
En resumen, el partido Brodre vs Brothers quedaría, para mi, con un tanteo de 8-7 con victoria del equipo danés.
Para ver el trailer de Brothers podeis pinchar aquí.
Y si os ha resultado interesante este tipo de comparativa indicádmelo así en vuestros comentarios e iré introduciendo, de cuando en cuando, alguna más. Podeis sugerir alguna vosotros si quereis.