miércoles, 12 de mayo de 2010

Gran Torino. La redención de Harry Callaghan

Tras revisitar Gran Torino en formato doméstico acabo de darme cuenta que le debía un comentario desde que, en su día, la viese en el cine. Asi que me he apresurado a saldar mi deuda.
Recomendar a estas alturas una película de Clint Eastwood es, sin duda, una enorme pérdida de tiempo. Resulta redundante hacerlo a quienes ya conocen su obra, puesto que deben saber que se encuentran frente a uno de los mejores cineastas actualmente en activo (por más que Lars Von Trier insista en concederse ese título a sí mismo). Con respecto a quienes no lo conocen o dicen no conectar con sus películas.....sencillamente no son amantes del cine; asi pues, dejaremos que gente como Michael Bay siga rodando para ellos.
Gran Torino es, sencillamente, una pequeña obra maestra, una película en la que Eastwood nos muestra como en la sociedad existe la diversidad y como esa diversidad debe convivir y como cada cual es cada cual. Una película en la que se nos muestra como el modo de vida americano (encarnado por Walt Kowalsky, veterano de guerra y ex-trabajador de la Ford) tiene cosas que aprender de otras culturas y modos de vida, al igual que cosas que enseñar. Todo ello lo consigue huyendo de sensiblerias fáciles y sin inyecciones de moralina.
La película también es algo más, se trata del testamento de Eastwood como interprete. Es el film en el que personajes por él encarnados en otras películas se redimen por fin.
Ese anciano que se sienta en la soledad de su porche a beber cerveza o que reposa entre sombras en su garaje bien podría no llamarse Walt Kowalsky; perfectamente podría tratarse de Harry Callaghan o William Munny meditando sobre su redencion y preparandose para la llegada de la muerte.
Resumiendo: nueva obra maestra del gran Clint Eastwood y nueva película de visión obligada para todos aquellos a los que nos gusta el cine.
Y ahora si que haré una recomendación. Ved la película en versión original (siempre deberían verse así) ya que, si bien el doblaje de los personajes principales es bueno (impagable Constantino Romero dando voz a Eastwood, como siempre) los doblajes de todos los macarrillas del barrio es ridículo, provocando que el espectador se desconecte de la historia en varias ocasiones.
Especial atención a la escena en el interior del garaje en la que Kowalsky sorprende al vecino que intenta robar su coche. El rodaje entre sombras, con la única luz que ofrece la bombilla que oscila desde el techo es sencillamente magistral, al igual que su montaje.


Para ver el trailer pinchad aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario