Esta última experiencia cinematográfica, Fantástico Mr.Fox, es la que más satisfactoria ha resultado con diferencia.
Wes Anderson adapta aquí un relato de Roald Dahl, el famoso autor de la novela Charlie y la Fábrica de Chocolate, ofreciéndonos una película dinámica, muy divertida, que hará las delicias de los niños y que tiene un claro mensaje para los adultos.
Wes Anderson adopta este método y lo hace apropiándose incluso de sus imperfecciones puesto que a lo largo de toda le película puede apreciarse el movimiento, a modo de vibración, del pelo que recubre los cuerpos de los protagonistas.
Se trata éste de un artefacto habitual de este tipo de realizaciones y es debido a la deformación que, sobre dicho pelo, provoca el contacto de los dedos del animador cada vez que toma en sus manos la marioneta para ir modificando su posición entre foto y foto.
Este efecto consiguió evitarse en otras producciones mucho mas antiguas simplemente cambiando el material de fabricación de dicho pelo, de forma que, podemos suponer que el director ha preferido que este (d)efecto pueda apreciarse para, así, de alguna manera, representar como en toda obra, cinematográfica o no, siempre queda patente la impronta de su autor.
En todo caso, tenga yo razón en esto o no, lo cierto es que el resultado es una obra maravillosa en la que Wes Anderson, nuevamente, nos presenta a un personaje que no encuentra su sitio en la vida que le ha tocado vivir. En este caso por tratarse de un animal salvaje que, a fin de tomar la responsabilidad de su nueva vida adulta, se ha visto en la obligación de adoptar una existencia domesticada traicionando así a su propia naturaleza.
Especial atención a dos escenas geniales: la del encuentro de nuestro señor zorro con el lobo en la que, a pesar de su mutuo odio, ambos se saludan con el puño en alto animándose así en su lucha por mantener un estilo de vida salvaje y la del brindis del señor zorro arengando a su público para que permanezca fiel a su ADN que es el que marca lo que en realidad son, animales salvajes.
Mensajes claros para los adultos, pues, que deberán ser explicados a los niños a fin de que vean que la película les anima a permanecer fieles a ellos mismos y a defender su propia naturaleza, no a convertirse en bestias descontroladas.