martes, 23 de noviembre de 2010

Submarino.Consecuencias de una vida sin infancia.

Thomas Vinterberg es un director que ya ha aparecido en este espacio en alguna otra ocasión. Lo hizo a raiz del comentario realizado acerca de su película It´s All About Love y lo hizo también en la introducción sobre el Voto de Castidad en que se basa el movimiento Dogma 95 con el que dí comienzo al comentario sobre Brodre.
Vinterberg, con Celebración, fué el primero en rodar aplicando a su narración todas aquellas restricciones que el Voto de Castidad le imponía y de las que la mas importante era el tiempo en el que transcurria la narración. Había que rodar el aquí y ahora, sin artificios y sin mas sonido que los naturales del espacio en el que se estaba rodando.
Vinterberg también fué el primero en romper su Voto de Castidad y lanzarse a explorar las posibilidades que otros estilos narrativos le ofrecían. Asi nos llegaron la ya comentada It´s All About Love, fábula futurista narrada por un muerto, y Querida Wendy, en la que la narración gira en torno a las cartas que el protagonista dirige a su pistola.
En esta ocasión, con Submarino, rodada este mismo año tras tres años de silencio, el director danés vuelve a la narración sin restricciones. Se trata de un doble retorno ya que, tras su fallido intento en el terreno de la comedia con When A Man Comes Home, vuelve al terreno del drama familiar para mostrarnos el transcurrir de las vidas de dos hermanos que se vieron separados a causa de un terrible suceso acontecido durante su infancia.
Thomas Vinterberg, en ésta su sexta película, juega con el tiempo y, haciéndolo avanzar y retroceder a voluntad, nos permite ver como transcurren los mismos días para ambos hermanos. Dos hermanos cuyas vidas siguen marcadas por aquel trágico suceso que tuvo lugar cuando eran pequeños y que les arrebató su infancia. Y, es que, ésta es la tesis que Vinterberg desarrolla en su película; que si las experiencias acumuladas durante la infancia moldean al adulto en el que te vas a convertir, una mala infancia, o la ausencia total de ésta, lo hace también dejando, con más motivo, una impronta aun más profunda.
La tesis de Vinterberg nos viene planteada desde el mismo título de la película. Submarino es el nombre con el que se conoce a la técnica de tortura consistente en sumergir en el agua la cabeza del preso o detenido hasta casi asfixiarlo una y otra vez y que el danés emplea en este caso como metáfora de lo que la vida está haciendo con sus dos hermanos protagonistas, y en especial con Nick, el mayor de los dos.
La película, rodada con una estupenda fotografía de tonos frios apoyada por una muy buena banda sonora, es un relaro duro y sombrío que huye de sentimentalismos fáciles y que apenas deja un breve resquicio para que aflore la esperanza. Es la crónica de dos vidas rotas en la que el Submarino del título también representa la imagen del hombre que ya no puede caer mas bajo.
No obstante, aun tratándose de un trabajo notable, cabría reprocharle a su director el exceso de celo que pone a la hora de hacer llover las desgracias sobre las cabezas de sus protagonistas con el fin de ilustrar su tesis. Un exceso de desdichas que restan verosimilitud a la historia y que hace que nos distanciemos de ella. De igual forma, cabria echarle en cara el caracter reiterativo de la escena final que subraya, de forma innecesaria, algo que el diálogo ya había dejado suficientemente claro apenas unos instantes antes. Una escena final sin mas justificación formal que la de darle una forma circular al film para mostrar un nuevo comienzo. Algo innecesario, repito.
Submarino no es Celebración, la obra maestra del director, pero es un trabajo notable. Una película altamente recomendable y un ejemplo perfecto de como se puede rodar un duro drama familiar sin convertirlo en un insufrible pastelón artificioso y sentimentaloide como es Precius, por poner un ejemplo.

Para ver el trailer de la película pinchad aquí.

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