domingo, 8 de julio de 2012

La Mujer de Negro ¿Segundo advenimiento de la Hammer?

Tras el rodaje en 2010 de Let it me, remake estadounidense dirigido por Matt Reeves del film sueco Déjame Entrar (Thomas Alfredson, 2008) y este mismo año 2012, con el estreno de La Mujer de Negro, la segunda película de James Watkins (Eden Lake, 2008) nos encontramos, sin lugar a dudas, con el segundo advenimiento de la Hammer, la mítica productora británica de peliculas de terror y misterio que viviera su época de mayor esplendor en los años 60.
La película, basada en la novela de Susan Hill, es el relato de la peripecia sufrida Arthur (Daniel Radcliffe), un joven abogado que acaba de perder a su mujer, enviado por la firma para la que trabaja a una recóndita aldea a fin de poner en orden los papeles de un difunto cliente y disponer la venta de su único legado: la mansión.
Legado es la palabra clave a la hora de abordar esta película ya que el legado es algo que está presente en varias de sus acepciones.
La primera, la más evidente, es la de legado como concepto de herencia, ya que la mansión dejada por el difunto del que apenas tendremos conocimiento a lo largo de la película es lo que, a modo de McGuffin, actua como detonante para el desarrollo de la historia.
La segunda, y más interesante, es la de legado como derivado del verbo legar en su acepción de transmitir ideas, arte,...y es ésta sobre la que vale la pena profundizar.
En La Mujer de Negro nos encontramos con una historia en la que los habitantes de una aldea sufren una maldición, a modo de legado, proveniente de fantasmas del pasado deseosos de venganza por la desgracia que sufrieron en vida.
Por otro lado la pelicula es una historia relatada, estética y formalmente, haciendo honor a los modelos de los que proviene: el maestro Hitchcock y sus historias de suspense con fondo melodramático, un ambiente opresivo que bien prodría ser el de la novela de Henry James Otra Vuelta de tuerca que ya adoptara Alejandro Amenabar en el rodaje de Los Otros, la omnipresente bruma y la ambientación victoriana de las películas de terror gótico de la Hammer...
Podemos decir, por tanto, que la película de James watkins nace, y con ella parece renacer la productora británica, a partir del legado de todos esos ancestros. Un legado al que el director es completamente fiel ofreciéndonos una opresiva historia de ambientación victoriana que transcurre entre la bruma de un siniestro pueblo maldito con mansión embrujada incluida, llena de previsibles giros y aderezada con unas secuencias de terror en la que el sobresalto proviene de los efectos de sonido insertados en post-producción y de algunos efectistas y muy efectivos primeros planos. Llegados a este punto cabria hablar de otro legado también recogido por el director: el cine de terror japonés de los últimos años.

Para ver el trailer pinchad aquí.

2 comentarios:

  1. Hola, buena película, aunque para los parámetros de terror actuales, algo ingenuas algunas resoluciones, el hallazgo del cuerpo, por ejemplo, son situaciones que en las viejas pelis blanco y negro tenían toda su sustancia pero que hoy aparecen "desleídas".
    Ah, y no entiendo como ese tío no se moría de miedo en esa mansión y ese pueblo!!.
    Has visto "Las malas hierbas" de Alain Resnais?
    Vale la pena.
    Mucho
    Se impone un "recuerdo" de Ernest Borgnine, no?
    Saludos

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  2. ¿A quién se le ocurre pasar la noche en un caserón encantado lleno de fantasmas que la marea aisla toda la noche y, encima, repetir al dia siguiente? ¿es que en su estancia enla escuela de brujos nunca dieron esa asignatura?
    Las malas hierbas ya la tengo preparadita para ver este finde y será mi próximo comentario.
    En cuanto al gran Ernest Borgnine...´mi deuda queda saldada algo más arriba.
    Un abrazo.

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