martes, 13 de mayo de 2014

8 apellidos vascos. Andaluz conoce vasca.

 
Borja Cobeaga y Diego San José (director y guionista, respectivamente, de Pagafantas, 2009), responsables, a su vez, de  los guiones de "Vaya semanita" para ETB firman, en esta ocasión, el guión de 8 apellidos vascos, el último trabajo de Emilio Martínez-Lázaro (El otro lado de la cama, 2002). Una película que, convertida en verdadero fenómeno sociológico, ha conseguido, desde su estreno el pasado 14 de Marzo, llevar a las salas cinematográficas a casi 7,5 millones de espectadores y convertirse en la película española que mayor recaudación ha conseguido en los cines españoles al rebasar los 44 millones de euros.
Ambos guionistas, caracterizados por haber conseguido un nuevo replanteamiento del sentido del humor del cine patrio enfatizando en la ironía y la mala leche, retoman aquí esta senda jugando, en esta ocasión, la carta del choque cultural entre vascos y andaluces y nos sirve todo un catálogo de clichés, tópicos y estereotipos (vascos independentista todos, siesos, sangoneras y fríos frente a andaluces engominados, alegres, españolísimos y, faltaría más, únicos poseedores del secreto del humor). Algo que el director, ya con un amplio recorrido en la comedia, sabe hacer funcionar...en los primeros 20 minutos de la película.
Tras un arranque con buen ritmo que invita a la película a desmelenarse y entrar en la senda de la incorrección y la acidez, el realizador (porque no me cabe duda que es un problema de dirección), quizá prestando oído a su lado comercial, quizá por desgana o quizá por comodidad y deseando no molestar a nadie, se desvía hacia el terreno de una comedia romántica, blanca, almibarada y cómoda, sobre todo cómoda, en cuyo seno el relato de desinfla y cualquier conato de provocación es resuelto torpemente para llevarnos irremediablemente a un final tan previsible como hortera.
Aún así, aún tratándose de una película que, en mi modesta opinión, no alcanza el aprobado, ésta ha sido la película que ha conseguido que los españoles abandonen los salones de sus casas y se rasquen los maltrechos bolsillos para volver a llenar las salas de cine. Una circunstancia que, debiendo de ser celebrada, lejos de llenarme de esperanza sobre el futuro del cine de nuestro país de lo que me llena es de inquietud ante la posibilidad de que este sea su futuro. De miedo a que, algún dia, éste sea el cine "marca de la casa" como en su día lo fue el que solo contaba historias de españoles reprimidos y bajitos que corrían tras las suecas. De pavor porque éste sea el cine que nos hemos buscado. Y...sinceramente...encontrarme con el anuncio de 8 apellidos vascos 2 para el 2015 y 8 apellidos catalanes para el 2016 de verdad que no ayuda nada.
 
Para ver el tráiler pinchad aquí.