jueves, 20 de junio de 2013

James Gandolfini. Fundido en negro.


Hace ya mucho tiempo escribí en este espacio acerca del tremendo vacío que dejó en mi interior el final de Los Soprano, la mejor serie de todos los tiempos. Una serie en la que, temporada tras temporada, asistíamos, de forma magistralmente narrada, a la progresiva destrucción del mundo de Tony Soprano, un traicionero y violento gangster italoamericano afincado en Nueva Jersey.
Tony Soprano, sin duda mi personaje favorito. Un enorme hijo de puta que se ganó toda mi simpatía. Un personaje envuelto por un aura trágica  y que, próximo al final de la serie y tomando conciencia de su inevitable destino, mantiene una conversación con su cuñado, en la que es una de las escenas clave de la serie, sobre la llegada de la muerte:
 
"¿Cómo será cuando te llega el final de todo?"- pregunta el cuñado- Y Tony le responde: "Yo creo que el final es como que dejas de escuchar todo y entonces hay fundido a negro".
 
Reveladora y profética conversación que será luego recordada por Tony Soprano tres secuencias antes de la escena final.
Hoy, al enterarme de la triste noticia de la muerte de James Gandolfini, el actor que encarnó a ese gran cabronazo, esta conversación ha vuelto a mi mente, al igual que ha vuelto aquel tremendo vacío. El gran fundido en negro ha puesto el punto final, como siempre, demasiado pronto, a la vida de un gran actor y ha dejado mi vida un poquito más gris.
Hasta siempre.
 
Para poder disfrutar, a modo de sentido homenaje, de la intro de la serie, pinchad aquí.